1. AR. vulg. desp. fam. Dícese de aquel cuya disposición bondadosa (“bueno”) se confunde con lo que se considera falta de “viveza” (“boludo”), expresándose ello en una actitud excesivamente complaciente o al menos demasiado ingenua por parte de dicha persona; de ahí que se considere fácil aprovecharse de él/ella.
Acá confunden bueno con buenudo.