1. AR. espon. coloq. fam. Obsesionarse con un determinado asunto. Se emplea en este sentido reflexivo o bien para referir cierto tipo de influencia de una persona sobre otra (Ej. “No le des más manija, es obvio que no va a ganar”). El objeto de la acción es a veces el asunto mismo (“Ella sigue dándole manija a ese tema").
Dejá de darte manija, ya se va a solucionar.